Biodiversidad y desarrollo
“Chile definió tempranamente su desarrollo en base a la explotación de sus recursos naturales, los que a su vez dependen de la existencia de ecosistemas sanos. Por ello es paradójico que sea uno de los países que menos invierte en conservación de la biodiversidad”.
Por Bárbara Saavedra
Wildife Conservation Society (WCS) Chile
La biodiversidad es un elemento esencial para el bienestar humano. El alimento que ingerimos, el aire que respiramos, el agua que bebemos, la ropa que vestimos, las construcciones que habitamos, la inspiración para crear; todo lo provee -directa o indirectamente- la naturaleza. La pérdida de biodiversidad es la amenaza más grande a este bienestar, pues genera pobreza, no sólo de comunidades locales, sino de economías completas. Chile definió tempranamente su desarrollo en base a la explotación de sus recursos naturales, los que a su vez dependen de la existencia de ecosistemas sanos. Por ello es paradójico que sea uno de los países que menos invierte en conservación de la biodiversidad (menos de un dólar por hectárea de un área protegida).
Sin embargo, el país ha ido avanzando en línea con el mandato de la Convención de Biodiversidad Biológica, particularmente con el objetivo de Aichi que dice que tanto el gobierno como las empresas y actores diversos deben implementar planes de producción y consumo sustentables que mantengan los impactos sobre los recursos naturales dentro de los límites ecológicos seguros. El sector privado ha ido sumando esfuerzos para proteger y promover el capital natural, entendiendo, con visión de futuro, que la conservación no es exclusiva del Estado ni debe limitarse a las áreas protegidas.
Iniciativas como la Alianza Público-Privada Valor Minero que ha comprometido la meta de Pérdida Neta Cero de biodiversidad para este sector al año 2035; la Política Energética, que para 2050 se compromete a incorporar la conservación de la biodiversidad en proyectos; el Acuerdo de Producción Limpia de la industria salmonera y la valoración y gestión de biodiversidad impulsada por la industria del vino, dan cuenta de este cambio de paradigma.
En el mismo sentido y de un modo aglutinador, la ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, actualmente en tramitación, dotará al Estado de instrumentos y mecanismos para velar por la protección y promoción del capital natural chileno, en línea con los desafíos del desarrollo sustentable. La única forma en la que Chile pueda concretar su salto al desarrollo es integrando en las fases tempranas de su planificación, la protección y promoción de la biodiversidad.