Segunda mirada: Enemigo en casa
Sospecho, sin tener más pruebas que cualquier ciudadano de a pie, que a los chilenos nos indignó más el cartel de las farmacias que el cartel de los pollos, y no sólo porque en el primer caso hayamos perdido la capacidad de asombro. En las farmacias no teníamos, y seguimos sin tener, muchas alternativas para […]
Sospecho, sin tener más pruebas que cualquier ciudadano de a pie, que a los chilenos nos indignó más el cartel de las farmacias que el cartel de los pollos, y no sólo porque en el primer caso hayamos perdido la capacidad de asombro. En las farmacias no teníamos, y seguimos sin tener, muchas alternativas para comprar medicamentos, mientras que el pollo, en general, se trata de una elección en la cual sí hay más opciones.
En esta misma perspectiva, la colusión de las dos empresas que se repartieron para sí el mercado del papel higiénico tiene, incluso, un valor simbólico adicional. No sólo se trata, como han dicho las autoridades, de una violación a las normas del mercado. Se trata también de una violación a la intimidad y tranquilidad que muchas personas encuentran en el baño de sus casas. Podemos aguantar que nos esquilmen puertas afuera, pero no que nos hayan estado ensuciando con el mismo papel que usamos para limpiarnos.
M. Vergara