Segunda mirada: Perspectiva
Un panel de expertos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) acaba de confirmar que el consumo de carnes procesadas, como embutidos y fiambres, está relacionado directamente con la ocurrencia de cáncer colorrectal y, en menor grado, cáncer de estómago. ¿Significa esto que debemos decir adiós para siempre al jamón, las salchichas […]
Un panel de expertos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) acaba de confirmar que el consumo de carnes procesadas, como embutidos y fiambres, está relacionado directamente con la ocurrencia de cáncer colorrectal y, en menor grado, cáncer de estómago.
¿Significa esto que debemos decir adiós para siempre al jamón, las salchichas y los choripanes? Nunca tanto. El número de muertes atribuidas al consumo de estos productos –y de las carnes rojas en general– es menor que la de otros elementos como el tabaco o el alcohol. Además, el aumento del cáncer está ligado también a condiciones como la obesidad, el sedentarismo, y el alto consumo de sal, entre otras plagas apocalípticas. Las carnes rojas, dice una alta funcionaria del Ministerio de Salud, son factores de segunda línea. Así que no entre en pánico ni vacíe su refrigerador. La próxima vez que vaya a un asado no se inhiba. Pero sí mídase.
M. Vergara