Pelado explosivo

Por Roberto Merino A los diez años era ya conocido en todo San Antonio, su ciudad natal, donde jugaba en el Torino. El cantante Chinoy, por entonces jugador de Cóndor, lo enfrentó más de alguna vez. “Era muy bueno”, recuerda. “Era chiquitito, tenía el pelo puntudo, los ojos chicos y juntos”. Se podría pensar que […]

Las chauchas, los dieces

Cabrera Infante me escribió desde su exilio en Londres: “No hay delirio de persecución ahí donde la persecución es un delirio”.