La primera pregunta que como país debemos hacernos es cuáles son los cambios que se requieren en la política social para construir un país con mayor justicia social. A nuestro juicio no podemos solo tener bonos o transferencias condicionadas, sino medidas integrales para superar pobreza y vulnerabilidad, junto con políticas sectoriales permanentes, coordinadas y sinérgicas, que establezcan pisos mínimos garantizados de bienestar a los chilenos.
El Presidente ha entregado al país una cuenta pública contundente en varios aspectos. Allí están las elogiadas cifras de crecimiento, de empleo, de ingreso per cápita, en general con números azules.
Hemos logrado crecer y mejorar los índices de bienestar material en todos los sectores, sin embargo, no podemos desentendernos del Chile que se esconde tras los promedios. No hemos podido reducir las brechas sociales que nos distancian y hay compatriotas que sienten la cuenta pública como balance de un país lejano. Por ello, integrarlos a una sociedad equitativa resulta urgente.
El Presidente ha anunciado la entrega de un bono por el tercer hijo para incentivar la natalidad, en un país donde las familias tienen cada vez menos hijos. Todos sabemos que ello responde a las dificultades de la crianza, a la necesidad de que la mujer trabaje, a lo caro que es educar en Chile. Estos, entre otros aspectos, son los que requieren políticas estratégicas
En este sentido, la primera pregunta que como país debemos hacernos es cuáles son los cambios que se requieren en la política social para construir un país con mayor justicia social. A nuestro juicio no podemos solo tener bonos o transferencias condicionadas, sino medidas integrales para superar pobreza y vulnerabilidad, junto con políticas sectoriales permanentes, coordinadas y sinérgicas, que establezcan pisos mínimos garantizados de bienestar a los chilenos.
Con todo, como dijo el Presidente en su mensaje, este es un mejor país para vivir. El desafío para los gobiernos que vendrán es que ese sentimiento sea por todos los chilenos.