Una radiografía de la solidaridad de los chilenos. Ese fue el objetivo tácito del séptimo Estudio Nacional de Voluntariado realizado por Fundación Trascender en alianza con Adimark. El catastro buscó comprender los estilos de vida en nuestro país respecto a la solidaridad, el voluntariado social y las donaciones a ONGs.
El sondeo —que encuestó a 2.600 personas en todo Chile— demostró que las ciudades con mayor participación en acciones solidarias son Arica (20%), Valdivia (15%) y Antofagasta (13%). En tanto, las que poseen menos “ciudadanos voluntarios” son Coquimbo, Concepción y Coyhaique (todas con 2%).
A nivel nacional, sólo el 6% de los consultados asegura dedicar tiempo a acciones de voluntariado. Los motivos que entregan para no realizarlo son la falta de tiempo (53%) y el desinterés (29%). A pesar de la baja participación, se trata de una actividad valorada. Ante la pregunta ¿para qué sirve el voluntariado? los ámbitos con más menciones son para alcanzar mayor integración social, construir un país más solidario y superar la pobreza.
Para realizar su labor, los voluntarios prefieren asociarse con iglesias, organizaciones sin fines de lucro y centros educacionales, grupos de vecinos y familiares. En tanto, quienes más tiempo dedican a estas causas son los adultos mayores con 24 horas mensuales.
El dinero no hace la solidaridad
El estudio también determinó que la forma predilecta de ayuda para los chilenos es la donación. El 92,2% de los consultados aseguró realizar algún tipo de aporte económico. Los más comunes son los vueltos en supermercados (84%), colectas o campañas a beneficio de fundaciones (82%), y entregar dinero a personas en situación de calle (68%).
En este mismo ámbito, sólo un 37% dice efectuar aportes mensuales a ONGs, dinero que constituye un ingreso estable para las organizaciones sin fines de lucro. No obstante, esta práctica predomina en el sector socioeconómico ABC1 y en personas entre 45 y 74 años.
A pesar de su masividad, los chilenos se muestran críticos con esta forma de ayudar. El 81% piensa que la solidaridad aflora sólo cuando se producen catástrofes naturales. El 69% considera que dar dinero no es sinónimo de ser solidario. Y el 68% cree que los aportes de las empresas a causas sociales son motivados por el marketing.
En tanto, quienes dijeron no donar dinero explicaron sus razones en la desconfianza que les provocan las personas e instituciones que los solicitan; que sólo ayudan a familiares y amigos; y porque desconocen en qué utilizarán las organizaciones el dinero recaudado.
A pesar de la contradicción, el 67% de los chilenos se consideran personas solidaria.
A la hora de ayudar, los hombres prefieren trabajos comunitarios y construcción. Mientras que las mujeres escogen labores relacionadas con instituciones religiosas. Actualmente, ellas dedican en promedio 14 horas mensuales a estas actividades, dos más que su género opuesto.
Lo mismo sucede en los montos de donaciones: las mujeres destinan $3.988 mensual y los varones $3.779.