Las escuelas están fallando y deben corregir esta situación a través de estrategias que involucren a profesores, estudiantes, padres y apoderados, con el fin de mejorar la enseñanza… La única y real función del Ministerio de Educación es mejorar la calidad de la educación que se imparte, fijando metas y apoyando para que se cumplan.
La cobertura educativa del país es casi del 100%, pero el Simce de 4º básico en Lenguaje nos muestra que el 45% de los alumnos no tiene un nivel adecuado de comprensión lectora. Estas cifras demuestran que las escuelas están fallando y que deben corregir esta situación a través de estrategias que involucren a profesores, estudiantes, padres y apoderados con el fin de mejorar la enseñanza de la lectura. Importante es la gestión de bibliotecas, y capacitar a padres y docentes.
También se debe terminar con el abandono a la Educación Técnico Profesional, que alcanza el 43% de la matrícula y sus alumnos pertenecen a los quintiles más bajos. Las grandes falencias son: bajas tasas de titulación por falta de prácticas, calidad de los profesores técnicos, equipamiento, financiamiento e institucionalidad en que opera. Además, permanece una injusta discriminación en la PSU. Si reconocemos la educación como única herramienta de movilidad social para los sectores vulnerables, es indispensable mejorarla para convertirla en un aporte social y en un escalón para que los estudiantes logren continuar sus estudios de especialización.
Finalmente, el Ministerio de Educación requiere profundos cambios. Con la implementación de la Agencia de Calidad y Superintendencia de Educación es necesario redefinir y optimizar su funcionamiento. La línea de trabajo debe basarse en la trayectoria educacional del alumno, buscando agregar valor a cada ciclo de formación.
La única y real función del Mineduc es mejorar la calidad de la educación que se imparte, fijando metas y apoyando para que se cumplan.