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El Efecto Multiplicador del Emprendimiento Femenino

La mujer, a diferencia del hombre, es más sociable y participativa. Esto provoca que la mujer comparte mucho más su experiencia con otros y le gusta que lo repliquen. Vuelvo a citar a varias emprendedoras “ Logré sacar adelante mi emprendimiento, con eso a mi familia, ahora quiero que otras mujeres se den cuenta que se puede y que también lo hagan”.
La mujer se preocupa más por los otros, principalmente en su entorno, aunque la decisión no sea la más eficiente y rentable.

Por Sebastián Rodríguez
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Ingeniero Civil Industrial de la Universidad Diego Portales, MBA en la Universidad Alberto Hurtado. Desde Marzo 2011 se desempeña como Gerente General de ONG Acción Emprendedora. En 2007 crea el Centro de Negocios en Infocap

No cabe duda que las mujeres, en los últimos años, se han ganado un espacio  importante en la sociedad, aunque todavía queda mucho por avanzar para que se logre una equidad de género. Por un lado, falta que exista una mayor corresponsabilidad familiar e involucramiento del hombre y por otro, que la mujer se siga empoderando y exigiendo su espacio de participación. En el emprendimiento no ha sido la excepción, cada vez existen más mujeres que han decidido y se han atrevido a emprender.

El GEM 2010/20111 nos entrega algunos datos que respaldan lo anterior. Las mujeres que tienen una actividad emprendedora han aumentado en un 2% con respecto al GEM 2009/2010. Sólo un 18,45% de las mujeres de la población adulta (entre 18 y 64 años) tiene una actividad emprendedora. Un 14,53% en una etapa inicial (entre 3 meses y 3,5años) y un 3,92% tiene un emprendimiento establecido (más de 3,5 años). Mientras que la actividad emprendedora en los hombres alcanza un 27,32% (19,20% en etapa inicial y un 8,12 establecidos).

Si comparamos las motivaciones que tienen los hombres y mujeres para tener un emprendimiento en etapa inicial, podemos ver que mientras el 75,5% de los hombres lo hacen buscando una oportunidad, esta cifra baja a un 62,6% en las mujeres. Sin embargo al revisar las personas que emprenden por necesidad, un 37,4% de las mujeres lo hacen por ese motivo, mientras los hombres son un 24,5%.

Si se consideran las mujeres que comenzaron su emprendimiento por necesidad es claro observar como el mayor porcentaje de estás son de estratos socioeconómicos más bajos (35,5% E y sólo un 1,9% ABC1).

Tomando lo anterior y dada la experiencia que hemos tenido en la ONG Acción Emprendedora, es que se puede decir que existen ciertas características que hacen que los emprendimientos femeninos tengan un efecto multiplicador en su entorno:

  1. La mujer sigue teniendo múltiples roles, familiares, sociales y laborales. Por este motivo es que el éxito en su emprendimiento provoca un círculo virtuoso en su familia. En variadas ocasiones me ha tocado escuchar de emprendedoras decir  “Mi hijo ha subido sus notas gracias a que mientras él hace sus tareas yo llevo los registros o planifico mi negocio”.
  2. La mujer, a diferencia del hombre, es más sociable y participativa. Esto provoca que la mujer comparte mucho más su experiencia con otros y le gusta que lo repliquen.  Vuelvo a citar a varias emprendedoras  “ Logré sacar adelante mi emprendimiento, con eso a mi familia, ahora quiero que otras mujeres se den cuenta que se puede y que  también lo hagan”.
  3.  La mujer se preocupa más por los otros, principalmente en su entorno, aunque la decisión no sea la más eficiente y rentable. Es decir las decisiones no sólo son tomadas si esta provocará mayores ingresos o utilidades en la empresa. Las emprendedoras nos cuentan “He logrado generar empleo y he decidido contratar a gente que quiera trabajar, aunque técnicamente no sea la mejor, pero que pueda confiar en ella”.

Este año 2012 fue declarado por el gobierno, el año del Emprendimiento, situación que ha logrado focalizar ciertas políticas en esta materia y ha tenido un énfasis importante en el Emprendimiento Femenino, como lo fue el Programa de la Corfo en conjunto con el Sernam, llamado Programa de Apoyo al Entorno Emprendedor Femenino. Esperemos que sigan existiendo iniciativas de este tipo que permitan que más mujeres se atrevan a emprender.