“Sabemos que el ingreso no es el único elemento determinante en la superación de la Pobreza, también lo es la vivienda y el hábitat en que las comunidades viven. Esta catástrofe nos recuerda de la peor forma que muchas de las personas viven en condiciones precarias en su casas, con entornos poco seguros y peligrosos”.
Ante estas catástrofes, uno se pregunta ¿por qué los más pobres? ¿Coincidencia?
–Lamentablemente, a partir de estas catástrofes, se visibiliza que una gran parte de la población en nuestro país vive en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Sabemos que el ingreso no es el único elemento que es determinante en la superación de la Pobreza, también lo es la vivienda y el hábitat en que las comunidades viven. Esta catástrofe nos recuerda de la peor forma que muchas de las personas viven en condiciones muy precarios en su casas, con entornos poco seguros y peligrosos.
En resumen tenemos un país que ha avanzado exitosamente en cifras macro económicas, pero que tiene una pobreza que está oculta, familias que viven en entornos precarios, que presentan riesgos que frente a una catástrofe pueden ver disminuido drásticamente su nivel de bienestar.
¿Es el caso en Valparaiso?
–Valparaíso es un claro ejemplo de ello, según las cifras de desempleo entregadas por el INE el desempleo en la ciudad fue de 7,1% cifra muy lejana a los altos porcentajes históricos en la región. Sin embargo este éxito se ve opacado por la baja inversión en infraestructura que la ciudad ha tenido.
Si bien la ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad el año 2003, esto ha desembocado en una inversión en infraestructura que no considera toda la ciudad, dejando fuera gran parte de ella, que es precisamente la que presenta mayores índices de vulnerabilidad.
Y los recursos asignados por ser Patrimonio…
–La visión de Patrimonio ha estado circunscrita a lo material dejando fuera la del valor cultural que representan las personas que habitan la ciudad. Esta mirada ha atraído inversión privada que se ha concentrado principalmente en dos cerros de la ciudad que son el Concepción y el Cerro Alegre. Lamentablemente el progreso de ambos cerros ha desembocado en muchas oportunidades en la salida de sus habitantes, quiénes han vendido sus viviendas, no siempre al mejor precio. Otros sectores como Bellavista o Barrio Puerto han comenzado a sufrir este fenómeno y las comunidades se han organizado para que el desarrollo económico no implique que tengan que vender sus viviendas, sino que por el contrario, los beneficios de la modernidad reconozcan que el principal patrimonio de Valparaíso, es su gente.
El resto de la ciudad, no ha tenido inversiones importantes en el mejoramiento de su infraestructura. Con un municipio donde el Alcalde reconoce que existe un déficit gigantesco, cuyo principal origen es la educación; no existen muchos recursos para invertir en la ciudad.
A las condiciones naturales, qué condiciones “de ciudad” se dieron que han hecho más incontrolable el incendio?
–En el caso de esta catástrofe, efectivamente las condiciones naturales, los fuertes vientos, la misma geografía de los cerros han jugado un rol que en otros sectores se encuentra controlado. En estos cerros hay baja inversión en obras públicas, hay tomas de terreno no regularizadas con viviendas de material ligero, quebradas aledañas a las viviendas que se han trasformado en micro basurales, con elementos altamente combustibles.
En el plano social estas zonas no tiene grados de participación ciudadana en el abordaje del mejoramiento de su propio entorno.
Se habla de abandono de la ciudad, ¿ustedes tenían antecedentes?
–En Valparaíso ocurre algo muy contradictorio, y es que la mayoría de las instituciones no se hacen cargo de la totalidad del problema de la vulnerabilidad y la pobreza. Cada una trabaja desde su misión y responsabiliza a otros por lo que no pueden abordar. Es una clara prueba de políticas poco integradas.
-Ustedes que trabajan hace 20 años en terreno, las autoridades ¿los “pescan”?
–Esperamos que esta tremenda tragedia permita articular un plan integral para la ciudad, que genere desarrollo de manera integral, compartido por todos. Es urgente una coordinación y reconocimiento de las debilidades estructurales de ciertos actores claves como el municipio. Hay un concepto clave en todo esto: Pertinencia e integralidad de las políticas y programas.
Pero por sobre todo debemos insistir en que el patrimonio más importante de Valparaíso está en sus habitantes. Si nos convencemos de ello, entonces abriremos los espacios para que participen activamente de su futuro.
Este triste incendio también ha despertado en muchos porteños y chilenos la corresponsabilidad que todos tenemos para que esto nunca más ocurra.