Los voluntarios arribaron el 4 de enero, para compartir y trabajar hasta el viernes 11 del mismo mes. El objetivo es hermosear la Escuela pintando los muros, limpiando y rayadando la multicancha. También trabajaron en jardines, y ordenaron los escombros propios de una construcción. Además, se llevaron a cabo talleres de verano para las niñas y niños de la comunidad cercana a la Escuela.
La distribución de las tareas se dividió en cuadrillas, principiando con el pintado de muros, limpiando la cancha y haciendo las graderías para ésta.
Por las tardes los niños y niñas llegaban para disfrutar de una tarde de juegos y manualidades, dirigida por los voluntarios, quienes les entregaban alegría y mucho cariño durante el tiempo que permanecieron en la Escuela, haciendo de sus vacaciones un momento muy agradable para ellos.
Isidora Montecinos, integrante del Equipo de Voluntarios de Apoyo (EVA) del Hogar de Cristo, señaló su gran aprendizaje y enriquecedores momentos vividos con los niños de Lota, donde destacó “la energía de los voluntarios, los lazos construidos, y que la comuna y su gente, se ha transformado en un lugar de encuentro, los niños y la comunidad nos ha hecho sentir como en nuestra casa, gracias al cariño y las atenciones que hemos recibido por parte de la comunidad lotina, nos vamos con todas las ganas de volver a esta zona y queda nuestra aporte para transformar este mundo tan dinámico que vivimos a diario”.
Del mismo modo, Leslie Peredo, coordinadora de voluntariado de la Fundación Súmate, manifestó que ha sido una experiencia de servicio a todo terreno, “los voluntarios, se han entregado en un 100% a su labor y han logrado realizar todo lo que se habían propuesto. Ellos han logrado llenar de energía y alegría la Escuela, con la presencia de los voluntarios, la comunidad gracias ha logrado entender de qué se trata de un desafío entregar y trabajar para y por la Escuela en Lota.
Los voluntarios recibieron la visita del Capellán del Hogar de Cristo, Padre Pablo Walker s.j., quien valoró este precioso proyecto, un semillero de líderes del voluntariado joven del Hogar de Cristo, “fueron días de trabajo duro habilitando las instalaciones de la nueva Escuela de Súmate y abriendo sus puertas para acoger a los niños del lugar en las Colonias de Verano. Por las tardes y noches, largas conversas descubriendo ese “sentido social” del que nos hablaba el Padre Hurtado, un fuego que contagiaba el sentido trascendente de cada uno de nuestros actos… – el valor solemne de hasta la más pequeña de nuestras decisiones-”.
Los más de 35 voluntarios trabajaron con motivación y entusiasmo por una buena causa, que es hermosear y dejar preparada la Escuela para recibir a los alumnos en marzo próximo. Fue un trabajo arduo donde cada uno de ellos puso todo el empeño y fuerza para dejar un recinto lindo para el inicio de las clases.