Combatiendo el frío polar con palas, picotas, tijeras para podar y guantes, jóvenes de cuatro liceos de Santiago trabajaron para reparar el vivero Liliantú, ubicado en Villa Francia de Estación Central.
La actividad corresponde a la última fecha del ciclo de talleres de emprendimiento de Forja Chile para escolares de la comuna de Santiago, realizado en alianza con el programa “Desafío Educación 4×4″ de Desafío Levantemos Chile.
La iniciativa, apoyada por InnovaChile de CORFO, se desarrolla con los liceos de Santiago con quienes trabaja Desafío Levantemos Chile: Luis Miguel Amunátegui, Miguel de Cervantes y Saavedra, General José de San Martín y Comercial Gabriel González Videla. El objetivo principal del proceso es desarrollar habilidades blandas tanto en los alumnos como en los profesores y despertar a través de ellas una actitud emprendedora en los jóvenes.
El desafío
“Nunca en mi vida había movido una pala y hoy, lo hice, porque quise”, dijo con convicción Jhonny Huaraca (15) alumno del liceo Miguel Cervantes. Por su parte, Jennifer Gutiérrez (16), estudiante del liceo Presidente Gabriel González Videla, afirmó luego de la actividad: “Yo antes decía: ‘No hago ni mi cama y voy a ayudar aquí’. Eso descubrí en mí, que sí puedo ayudar a las demás personas y a hacer feliz a la gente”.
El vivero Liliantú, creado gracias a la Organización Comunal del Medioambiente y Naturaleza Viva, ganó el sello Bicentenario 2009 y ya lleva seis años produciendo plantas nativas, medicinales, flores, transformando lo que antes fue un desolado paraje de la Villa Francia por un lugar de encuentro para la comunidad con el medioambiente. Además en este lugar se realizan talleres sobre educación medioambiental con alumnos de jardines infantiles, colegios y universidades.
La ayuda de los estudiantes “llegó como caída del cielo”, dice María Contreras Rivas, presidenta de Naturaleza Viva, pues como este año no están realizando capacitaciones en el lugar, hace falta una mantención. “Ellos no están haciendo un bien sólo para mí, sino para toda la comuna de Estación Central”, agregó.
Desarrollar habilidades blandas, como empatía, comunicación, trabajo en equipo, liderazgo positivo y también valores como respeto, responsabilidad y perseverancia en los jóvenes es muy importante, pues como afirma Hortensia Suárez, directora del liceo Miguel de Cervantes y Saavedra, “el desarrollo de las competencias blandas funciona como facilitadores del ámbito cognitivo. Así lo tenemos considerado en el colegio y nuestro lema es la formación de jóvenes emprendedores y solidarios”.
Por su parte, estas habilidades son útiles no sólo para aprender, sino que en todo ámbito de sus vidas. Siria Islame, directora del liceo San Martín aseguró: “Mis estudiantes no tienen una prosecución de estudios superiores como meta final, sino que salir al mundo laboral, por lo tanto desarrollar las habilidades blandas en ellos es absolutamente urgente y necesario”.
“Ellos son realmente los protagonistas del día, a través de su entrega a otros y generando cambios en su entorno. Es la primera vez que reconocen sus propios recursos, organizándose y coordinándose para llevar a cabo una actividad en la que nadie los ayuda y benefician a otros. Después de haber descubierto sus habilidades y haberlas potenciado durante los talleres anteriores, se despierta en ellos una inquietud genuina de superación y se cierra el círculo”, aseguró Lorena Palafox Salgado, directora ejecutiva de Forja Chile.