Según estadísticas la CEPAL, en Chile un 17% de los jóvenes entre 15 y 29 años no trabajan o estudian, uno de los índices más altos de la región. Ante este panorama, la Fundación Trabajo para un Hermano busca disminuir estas cifras a través de un innovador proyecto de emprendimiento juvenil.
La ONG, junto al apoyo de CORFO, lidera el proyecto Construyendo mi Primera Empresa, que recluta a estudiantes de tercero y cuarto medio para que barajen alternativas laborales independientes y sustentables, una vez que egresan de la Educación Escolar.
“Quisimos fortalecer la capacidad emprendedora a través de la innovación en la enseñanza de los estudiantes. Al iniciar un negocio adquieren habilidades para afrontar sus desafíos laborales y, a su vez, disminuye la cifra de jóvenes desocupados”, comentó Isabel del Campo, Gerente de Trabajo para un Hermano.
Esta iniciativa contempla la capacitación de profesores, quienes luego replican los conocimientos en sus alumnos. A través de ejercicios lúdicos y artísticos, los docentes fomentan la creatividad para generar ideas innovadoras que posteriormente se convierten en planes de negocio.
Los 52 estudiantes emprendedores participaron en una feria en la que se premiaron a los seis planes de negocios más destacados. Los ganadores recibieron un capital semilla de $ 200 mil que hoy les permite mantener desde un carro de sopaipillas hasta vender plantas y ropa deportiva.
Uno de ellos es el de Janis Santibañez (17), quien tiene a su cargo “Campanita”, negocio en el que vende jugos naturales en Cerro Navia.
“Me di cuenta que podíamos mirar las cosas desde otra perspectiva.Nos enseñaron que ninguna idea es tonta, que todo sirve y sólo hay que saber conducirla para hacerla realidad”, aseguró la estudiante.