En Chile, los jóvenes deben superar tres barreras a la hora de estudiar una carrera profesional… Somos pocos los que vemos la educación como una herramienta de movilidad social. Nuestro sistema educativo genera brechas y todos estamos conscientes de ello. El problema es que no le damos importancia a la opinión de expertos que proponen medidas para salir del abismo.

Sebastián Errázuriz es abogado, con estudios en emprendimiento en Babson College. Es fundador y CEO de Actitud Lab, consultor de empresas en liderazgo, estrategia y sustentabilidad. Profesor de RSE en la Universidad Adolfo Ibáñez y la U. Francisco Javier de Quito, Ecuador. Anteriormente se desempeñó como Gerente General de Transparencia Internacional Chile.
Un informe de la prestigiosa consultora McKinsey recoge la experiencia de nueve países de distintos contextos, y pese a que no estudia Chile, las situaciones que expone son reflejo de nuestro sistema educativo.
Uno de los puntos que podemos aplicar a nuestro contexto es la falta de comunicación que existe entre tres agentes: alumnos, docentes y empleadores. Para explicarlo, usa la analogía de la carretera donde estos circulan en sus propios carriles, observando la meta sin mirar a los lados ni considerando el entorno y sus necesidades.
McKinsey también muestra que los jóvenes deben superar tres barreras a la hora de estudiar una carrera:
1. Los altos costos que implica estudiar en la educación superior, motivo que genera deserción.
2. Los jóvenes están conscientes de que la enseñanza teórica debe fundarse en cuestiones prácticas, lo que hoy no sucede. Los estudiantes dan cuenta de esto: el 60% de los consultados reconocen que prefieren trabajar “con las manos en la masa” y aprender haciendo.
3. La dura transición de pasar de la educación al mundo laboral. Uno de cada cinco jóvenes de países de economías avanzadas se demora un año o más en encontrar empleo. Además, el 50% de los egresados dice que los contenidos aprendidos durante su formación profesional no lo aplica directamente en sus trabajos.
¿Cuáles son las soluciones que propone el informe y que se pueden aplicar en nuestro sistema? Es necesario un cambio de mentalidad. Dar mayor espacio al aprender haciendo con cabida a juegos que impliquen aprendizaje. Un cambio medular es repartir, entre distintos agentes, los costos que implica educarse. Tal como explica el estudio, los empleadores están dispuestos a invertir en educación si sus aportes desarrollan las habilidades que buscan sus empresas.
Somos pocos los que vemos la educación como una herramienta de movilidad social. El sistema educativo chileno genera brechas y todos estamos conscientes de ello. El problema es que no le damos importancia a la opinión de expertos que proponen medidas para salir del abismo.