El segmento con el que trabajamos –personas que han delinquido- es muy complejo, y por ello urge que nuestra misión pueda empapar su corazón, ya que sólo así es posible un cambio sustantivo, aunque sea imperceptivo. Nuestros planes es servir a unas 700 familias por medio de cursos, talleres o capacitaciones… pero somos conscientes que no basta con lo anterior si no lo acompañamos de formación en habilidades blandas.
La Iglesia celebra cuaresma, tiempo fundamental para prepararse a la celebración de la Pascua, donde gritamos todos, apoyados en la resurrección de Cristo, que el mal, la violencia y la mentira han sido derrotados.
En este aspecto Fundación Paternitas vela con inmenso cuidado y dedicación a objeto que las personas que se vinculan con nosotros vivan los tiempos litúrgicos, no sólo como una teoría de intelecto, sino que se introduzcan, en el quehacer cotidiano de sus vidas.
El segmento con el que trabajamos –personas que han delinquido- es muy complejo, y por ello urge que nuestra misión pueda empapar su corazón, ya que sólo así es posible un cambio sustantivo, aunque sea imperceptivo.
Consecuente con lo anterior, nuestros planes, ya en pleno desarrollo, es servir, para este año, a unas 700 familias, lo hacemos por medio de cursos, talleres, capacitaciones en algún oficio, que sea requerido por las empresas, de manera de asegurar, a nuestros beneficiarios, un trabajo que les permita satisfacer las necesidades de sus vida y entorno familiar.
Somos conscientes que no basta -y lo hemos dicho en todos los tonos y por todos los medios- con una capacitación, aunque sea del más alto nivel, si no va acompañada de formación en habilidades blandas, principios morales, sociales y el reconocimiento que la familia, es el bastión principal, para ponerse de pie, mirar con optimismo el futuro y proyectarse como un ser humano con responsabilidades frente a la comunidad.
Nunca olvidemos que el maltrato, en todas sus formas, lo mismo que el abuso, desde la más tierna infancia, la falta de afecto, ausencia de padres, el atropello a los derechos elementales, el abandono, han sido señeros en la gran mayoría de quienes apoyamos, cuestión que hace imprescindible introducirnos en las abismales oscuridades, dolencias y miedos, para ofrecerles a un Dios amante que sana y que cura toda herida. Tú puedes, levántate…